04 de novembre 2016

Pescant plàstic salvem la biosfera marina

Quan pensem en la pesca d'arrossegament, segurament ens ve al cap l'obtenció d'un recurs (el peix, marisc,...), a costa d'un gran impacte induït i sense control sobre la biosfera marina. Ara, però, amb aquest nou projecte iniciat per Ecoalf, la pesca d'arrossegament, a part d'esser un impacte directe sobre el fons marí, és un pràctica pesquera lligada a la recuperació i reciclatge del plàstic acumulat en el fons marins, i és que els pescadors es troben cada cop més plàstic en les seves xarxes i menys peixos degut a la contaminació massiva dels fons marins.

És molt fàcil ignorar la contaminació marina, pero el repte d'aquest innovador projecte és fer de la Mar Mediterrània una mar més neta i menys contaminada. Això, està clar que no cesarà fins que nosaltres, els consumidors, decidim reduir, reciclar i reutilitzar

Pescadors d'arrossegament veient la seva captura.

Un círculo realmente virtuoso está haciendo posible un pequeño milagro. Esto sí es economía circular. Y empieza en el fondo del mar. Los residuos de las botellas de plástico que recogen los pescadores de 160 barcos arrastreros de nueve puertos valencianos están sirviendo para proveer material para confeccionar hilo y tejidos de poliéster reciclado para confección.

Logo campanya conjunta d'ecolaf i ecoembes
Es un largo itinerario; pero el resultado es que plásticos que llegan al mar están siendo recuperados gracias a esta iniciativa pionera, impulsada por Ecoalf, empresa de moda y accesorios creados a partir de materiales reciclados, y a la que se ha sumado el gestor de residuos Ecoembes.


El primer eslabón de la cadena son los pescadores valencianos. “Cada vez que echamos las redes recogemos residuos de todo tipo: plástico, latas, botellas, de todo”, explica Ignacio Llorca, patrón mayor de la cofradía de pescadores de La Vila Joiosa (Alicante), testigo único de los desechos que llegan al fondo marino.

Vaixell d'arrossegament valencià

“Cada vez que un barco sale al mar coge cinco kilos de plásticos”, sentencia. Ignacio Llorca ya sabe cuándo se colmatarán las redes de envases. “Cuando se producen fuertes lluvias, los ríos arrastran los envases al mar, y es entonces cuando los encontramos en grandes cantidades”, explica. “Cuanto más llueve, más plásticos encontramos”, añade. La actividad de los arrastreros se centra en profundidades que oscilan entre los 50 y los 700 metros. “Más lejos, ya no los encuentras”, añade Llorca.

La iniciativa tiene el apoyo decidido y altruista de los nueve puertos de la Comunidad de Valencia cuyos arrastreros participan en esta recogida de plásticos y envases (Calpe, Santa Pola, Altea, Castellón…). La misión principal es rescatar un tesoro desconocido: los envases de botellas de plástico, de agua o de refrescos. Estos envases, fabricados a base de PET (tereftalato de polietileno) pueden transformarse en fibras de poliéster reciclado, producto que sirve de materia prima para confeccionar prendas de moda y deportivas, jerséis, aislantes de rellenos, anoraks, bolsas y complementos.

Fibras de polièster reciclat

Los desechos captados por las redes de pesca son recogidos en el barco y depositados en los contenedores en el puerto, donde se seleccionan los plásticos PET. Éstos son transportados hasta la planta de reciclado de PET Compañía (en Chiva, Valencia), donde se convierten en una granza de gran calidad, con la que de fabrican las prendas y complementos de la marca.


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