20 d’abril 2019

El canvi climàtic augmenta sense control

Copernicus, el sistema d'observació de la Terra de la Unió Europea, va presentar un estudi on es pot observar que 2018 va ser un dels tres anys més càlids a Europa i les temperatures van augmentar 1,2 graus Celsius. Aquests impactes han suposat el risc induït de sequeres i onades de calor prolongades, incendis sense precedents i fenòmens atmosfèrics extrems, com l'huracà Leslie, que va provocar copioses pluges i inundacions al nord d'Espanya i al sud-oest de França.

Aquests estudis tenen un paper fonamental a l'hora d'ajudar-nos a prendre consciència sobre l'estat del nostre planeta i així, elaborar un pla de prevenció per disminuir el risc de l'escalfament global i de l'efecte hivernacle que augmenten per la nostra forma de vida. Si aquestes mesures no es fan efectives les conseqüències esdevindrien fatals i els ecosistemes es veuran afectats.

Los efectos del cambio climático se aceleran
Els efectes del canvi climàtic s'acceleren - ABC

ABC, 17/04/2019


Los efectos del cambio climático se aceleran

Alertas por calor, sequías, pérdida de glaciares, incendios y fenómenos extremos, radiografía del clima europeo


Vigilando cada rincón del planeta, Copernicus, el sistema de observación de la Tierra de la Unión Europea, arroja cada año nuevos e interesantes datos sobre el estado del clima en Europa. La semana pasada se presentó su esperado informe, que revela que 2018 fue uno de los tres años más cálidos en Europa. Desde finales de primavera y hasta otoño, el norte y centro de Europa experimentaron un clima excepcionalmente cálido: las temperaturas fueron las más altas desde, al menos, 1950.

Se registraron temperaturas por encima de la media en todas las estaciones y el último verano fue el más cálido de la historia, con una temperatura 1,2 grados Celsius superior a la habitual, lo que evidencia la clara tendencia al calentamiento de las cuatro últimas décadas. En líneas generales, Europa ha sido uno de los continentes con un tiempo más extremo durante 2018. Después de un par de meses de frío intenso, la nota dominante ha sido el calor y la sequía en el norte y el centro de Europa y las fuertes precipitaciones en torno al Mediterráneo.

Sequías prolongadas

Las zonas del norte y centro de Europa sufrieron un prolongado periodo de sequía. Las precipitaciones estacionales fueron inferiores al promedio habitual en casi un 80% en primavera, verano y otoño, lo que abarca todo el periodo de vegetación y de recolección. Esta situación se tradujo en pérdidas agrícolas (algo que compromete los avances logrados para acabar con la malnutrición), restricciones al uso del agua y un caudal reducido en los ríos.

Algunos informes, como el publicado por el Centro Helmholtz para la Investigación del Medio Ambiente (UFZ) de Alemania, predicen que la extensión en Europa de regiones secas podría aumentar hasta el 26% si la temperatura media sube 3 grados centígrados durante los próximos 80 años, si no se logra cumplir con los objetivos del Acuerdo de París 2015. Y señala que las sequías más prolongadas en Europa pasarían a durar entre tres y cuatro veces más, lo que afectaría a más de 400 millones de personas. Los casos más extremos se localizarían en la zona del Mediterráneo, donde la extensión de las regiones secas podría pasar del 28% previsto hasta el 49%.

A medida que las temperaturas aumentaban durante el año, también lo hacía la duración de la insolación. Ciertas regiones del centro y norte de Europa experimentaron hasta un 40% más de horas de insolación en comparación con la media, y Alemania registró el número de horas de sol más elevado desde que existen registros. A nivel global, se calcula que entre 2000 y 2016 el número de personas expuestas a las olas de calor aumentó en unos 125 millones, según la Organización Mundial de la Salud. Por el contrario, Europa meridional experimentó una duración de la insolación inferior a la media. Meteoalarm, la web de la Unión Europea (UE) que proporciona información sobre fenómenos climáticos adversos, ha emitido alertas «rojas» por calor extremo en puntos de Suiza, Croacia, España y Portugal.

Fenómenos extremos

Aunque las precipitaciones extremas se situaron por debajo de la media, se produjeron varios fenómenos que cabe destacar. El huracán Leslie alcanzó la Península Ibérica en octubre y provocó copiosas lluvias e inundaciones en el norte de España y en el sudoeste de Francia. No en vano, fue la tormenta más intensa de la región desde 1842. Y algunas regiones en Europa meridional experimentaron la primavera y el verano más húmedos desde que se tienen registros.

En 2018, Europa también experimentó varios periodos fríos a principios del año que afectaron a buena parte del continente, y febrero y marzo fueron los únicos meses en los que se dieron temperaturas inferiores a la media. Se produjeron fuertes nevadas en extensas áreas de Europa, incluido el Reino Unido.

Incendios sin precedentes

El riesgo de incendios se situó muy por encima de la media en un gran número de regiones del norte de Europa, especialmente en los países escandinavos y alrededor del mar Báltico. Así, los incendios forestales en Suecia (que alcanzaron más de cincuenta) fueron catalogados como «los más graves de la historia moderna». Una situación sin precedentes en la que ardieron más de 20.000 hectáreas. En consecuencia, el norte de Europa registró los niveles anuales de emisiones derivadas de incendios forestales más elevados desde 2003.

El informe también incluye datos sobre los tres principales gases de efecto invernadero: el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O) y muestra que, según las estimaciones, los flujos de superficie netos de los gases de efecto invernadero a escala mundial que pasan a la atmósfera se han incrementado en las décadas recientes. Esta tendencia persistió en 2018.

Una exhaustiva radiografía del clima europeo gracias a Copernicus, el programa insignia de observación de la Tierra de la Unión Europea que ofrece datos ambientales sin precedentes. Juan Garcés de Marcilla, director del departamento de Servicios de Copernicus, señala que «los rigurosos datos de observación de la Tierra, incluidos en el informe sobre el Estado del Clima Europeo, desempeñan un papel fundamental a la hora de ayudarnos a tomar conciencia sobre el estado de nuestro planeta. Proporciona información actualizable, fiable, intuitiva y de libre acceso. Copernicus brinda información relevante a políticos, organizaciones y empresas para contribuir a la elaboración de una planificación de futuro».




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