El volcà Taal, un volcà amb un tipus d'activitat volcànica peleana instal·lat en una zona de subducció (placa eurasiàtica sota el Cinturón Móvil Filipino) al cinturó de foc del Pacífic, va entrar en erupció el passat 13 de gener tot esdevenint un gran risc per als humans. A causa de la vulnerabilitat i exposició de la població, les seves emissions de piroclasts, gasos, núvols roents i colades piroclàstiques van provocar que gran part de la població hagués d'abandonar els seus habitatges per tal d'assegurar les seves vides. Aquest dom volcànic, o caldera volcànica, és un dels més explosius, considerat ultrapeleà, amb un IEV de 6, tot i que aquesta erupció ha estat denominada amb un 4 en l'IEV.
Volcà Taal en erupció |
82.000 personas fueron evacuadas tras una explosión en el volcán Taal en las inmediaciones de la capital filipina de Manila.
El Consejo Nacional de Reducción de Riesgo de Desastres de Filipinas en el estado de Batangas, donde está ubicado el volcán, declaró que más de 82.000 personas residentes a 14 kilómetros de distancia del volcán fueron evacuadas a las zonas lejanas por razones de seguridad.
Murieron 2 personas que sufrieron un ataque cardíaco debido al impacto de la erupción volcánica.
Las autoridades indicaron que muchos ciudadanos escaparon de las zonas de evacuación pese al riesgo de seguridad y retornaron a sus viviendas. Agregaron que las fuerzas del Ejército encontraron a los ciudadanos que regresaron y los llevó a los centros de evacuación.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas observó grietas en las carreteras y poblaciones en muchas ciudades en los aledaños del volcán. Advirtió de una nueva erupción en el volcán Taal.
Se suspendieron los vuelos domésticos e internacionales, además se cancelaron 240 vuelos en el aeropuerto internacional de Manila tras la explosión producida el 12 de enero en el volcán Taal.
Taal, el volcán más pequeño del mundo, figura entre más de 10 volcanes más activos de Filipinas.
Filipinas se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego, un cinturón de volcanes en una zona del océano Pacífico donde se registran intensas actividades sísmicas y volcánicas.
Camps coberts per cendra |
El volcán Taal escupía este lunes lava y una gigantesca columna de cenizas y humo al sur de la capital de Filipinas, donde cientos de vuelos internacionales fueron cancelados por miedo a una inminente erupción “explosiva”.
Una fina capa blanca cubría las casas y calles de los alrededores del volcán, situado a 65 km de Manila, causando caos en el tráfico. Al menos 20.000 personas se han refugiado en centros de evacuación, informó el gobernador provincial. Los geólogos afirmaron que el volcán seguía activo y echaba lava a unos 500 m de altura desde una nueva grieta, en el flanco norte. También se sintieron temblores en la zona.
“Estamos realmente asustados por lo que nos pueda pasar (...) que nuestra casa pueda derrumbarse en un fuerte terremoto y que todos muramos bajo los escombros”, dijo Bienvenido Musa, de 56 años. “¿Quién no tendría miedo? Por eso decidí enviar a mi familia a un centro de evacuación”, abundó.El volcán, que se encuentra en medio de un lago de cráter en un área muy turística, es uno de los más activos del archipiélago, que es una zona de intensa actividad sísmica debido a su posición en el Cinturón de Fuego del Pacífico.
Los colegios de la región, algunas las oficinas gubernamentales en Manila y la Bolsa filipina permanecían cerrados este lunes por precaución. Las máscaras anticontaminación se agotaron en las tiendas después de que las autoridades advirtieran que la ceniza podía causar problemas respiratorios, sobretodo en los niños y en las personas con enfermedades pulmonares. Una parte de los vuelos se reanudaron a media jornada del lunes en el principal aeropuerto internacional de Manila, casi 24 horas después de permanecer cerrado por el peligro de la ceniza en el aire para los aviones.
Todavía había, sin embargo, retrasos en el aeropuerto internacional Ninoy Aquino, donde se habían cancelado unos 240 vuelos. Decenas de miles de pasajeros se vieron perjudicados.
“Estoy decepcionado porque este aplazamiento implica gastos extras y esperar es agotador”, declaró Joan Diocaras, un filipino de 28 años que trabaja en Taiwán. “Pero no se puede hacer nada”.
Una parte de los vuelos se reanudaron a media jornada del lunes en el principal aeropuerto internacional de Manila, casi 24 horas después de permanecer cerrado por el peligro de la ceniza en el aire para los aviones. Todavía había, sin embargo, retrasos en el aeropuerto internacional Ninoy Aquino, donde se habían cancelado unos 240 vuelos. Decenas de miles de pasajeros se vieron perjudicados.
“Estoy decepcionado porque este aplazamiento implica gastos extras y esperar es agotador”, declaró Joan Diocaras, un filipino de 28 años que trabaja en Taiwán. “Pero no se puede hacer nada”.
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