13 de setembre 2022

Una adolescent contra els microplàstics del Mediterràni

La jove barcelonia Olivia Mandle de 15 anys ha començat una lluita per la conservació del mar Mediterrani. Ella està plenament consienciada de l'actual canvi climàtic i de les consequències que això comporta. Els nostres comportaments individals afecten globalment al planeta. Per a ella és molt important educar desde que som petits per modificar els nostres hàbits i crear persones concienciades en la conservació del planeta. Mandle va disenyar una eina anomenada Jelly Cleaner per eliminar microplàsrics que es troben al mar Mediterrani.  

També lluita per la defensa dels drets dels animals marins, en concret els dofins en cautivitat. Olivia ha inicat una campanys anomenada No és país para delfines, la seva causa busca el tancament dels dofinaris del país. Els dofins en cautivitat pateixen estrès i depresió, això els pot fer arribar al suicidi, per això vol obrir el primer santuari del país per a dofins.

Olivia Mandle es reconeguda com una jove inspiradora per les aportacions que fa al planeta. Proximament treballarà en La España Azul, on ampliará els seus coneixements i treballará activament per conservar el mar Mediterrani.

 

Olivia Mandle amb la Jelly Cleaner, una eina dissenyada per ella amb material reciclat per netejar la superfície del mar de microplàstics, a la platja del Prat de Llobregat (Barcelona).

Font: El País, 9 de sepmbre 2022 - Notícia seleccionada per Silvana Garcia 

Títol original: Una adolescente contra los microplásticos del Mediterránio.

La joven barcelonesa Olivia Mandle lleva años luchando por los animales marinos y el bienestar del planeta. Su sueño es abrir el primer santuario para delfines de España

Inundaciones, sequías, incendios, récord de temperaturas… Resulta difícil seguir negando el cambio climático. Olivia Mandle (Barcelona, 15 años) hace tiempo que lo advierte: “Los recursos del planeta son limitados y, al final, esta es nuestra única casa”. Tenía 12 cuando visitó una exposición en Nueva York sobre los devastadores efectos del calentamiento global. En ese momento algo cambió dentro de ella. “Creo que fue esa portada famosa de National Geographic con una enorme bolsa de plástico flotando en el agua. Me dejó muy tocada”, recuerda la joven, que, a la vuelta de Nueva York, inició su camino como activista por los derechos de los animales y por un Mediterráneo limpio. Ahora, a su corta edad, es una de los más de 130 embajadores del Pacto Europeo por el Clima de la Comisión Europea, y ha sido reconocida como “joven inspiradora” por el Instituto Jane Goodall. Se embarca, próximamente, en La España Azul, la nueva iniciativa del aventurero Nacho Dean.

Ya en Barcelona, Mandle empezó a informarse sobre el problema de los plásticos y vio que los microplásticos eran mucho más dañinos. “Quería hacer algo, así que creé la Jelly Cleaner, un artefacto que flota y que recoge estas partículas de la superficie del mar”, aclara. La joven activista asegura que funciona. No tanto por su capacidad física, sino por su capacidad concienciadora. “Si vas por la playa con eso, la gente te mira raro, te pregunta y, cuando explicas qué es, ya estás concienciando sobre cómo están nuestros océanos. Y eso es lo que marca la diferencia”, argumenta. Amante del Mediterráneo, en el que ha crecido, no se la verá en el mar sin esta herramienta.

"Si no concienciamos a los niños, de mayores les diremos que hay algo llamado cambio climático y supondrán que no va con ellos."

Su compromiso con el planeta, en realidad, tiene su origen en un entorno familiar sensible y consciente. “Pienso que viene de mis padres, que me han ido explicando, desde muy pequeña, cosas sobre la crisis climática y los derechos de los animales. ¡Yo jugaba con mis Legos a que los salvaba o apagaba incendios! Además, he crecido rodeada de documentales y libros sobre gente que quería crear un mundo mejor”, narra. De mayor, Mandle quiere ser bióloga marina, como una de sus principales referentes, Sylvia Earle, pionera de la exploración submarina. Además de sus padres, son mujeres como ella o Jane Goodall, la primatóloga que vivió entre chimpancés, quienes le inspiran. También divulgadores naturalistas como David Attenborough. “Sentí que me gustaría formar parte de ese grupo de personas que luchaban por la naturaleza y los animales”, reconoce.

Por los derechos de los delfines:
Su lucha, además de combatir el cambio climático, incluye la defensa de los derechos de los animales marinos. “¿Mi sueño? Abrir el primer santuario de España para delfines, mi animal preferido, en la Costa Brava”, dice convencida. “Tengo pensado hasta el nombre: SUA, que son las siglas de Save Us All (sálvanos a todos, en inglés)”.

Su amor por estos cetáceos empezó de pequeña. “Con cuatro o cinco años, el colegio nos llevó a ver un espectáculo en el delfinario del Zoo de Barcelona. Cuando los vi saltar y dar volteretas, me encantó, claro... Pero yo a los delfines siempre los había imaginado en libertad. Cuando descubrí que no los devolvían al mar después del espectáculo, me quedé muy triste y pensé que me gustaría ayudarlos a volver a casa”.(...)

Vídeo relacionat amb la notícia: No es país para delfines: una campaña de Olivia Mandle (Lush Spain).






 

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