02 d’abril 2023

El cicló Freddy deixa 326 morts a Malawi, un país desforestat i a primera línia de l'emergència climàtica

El cicló Freddy ha deixat almenys 438 morts, 918 ferits i més de 345.000 desplaçats entre Malawi, Moçambic i Madagascar, segons l'últim informe governamental, però Malawi s'ha emportat la pitjor part d'aquesta tempesta. Les inundacions havien arrasat pobles sencers i s'havien endut cases i carreteres. Es calcula que en sis dies havia caigut l'equivalent a sis mesos de pluja i l’organització Meteorológica Mundial havia dit que Freddy podria haver batut el récord per ser el cicló de major duració en la terra, per sobre de l’huracà-tifó John.

A més, la pluja va fer molt difícil les tasques de rescat i els vehicles s'havien trobat amb carreteres inundades i tallades. Segons la policia, els primers vaixells de rescat van arribar de Zàmbia i Suïssa, i els Estats Units i Sud-àfrica també tenien previst enviar avions i vaixells d'ajuda.

A part d’aquestes ajudes, els soldats i la policia intentaven rescatar les víctimes entre el fang, amb pics i pales. I a la ciutat de Blantyre, la capital comercial de Malawi, s'acumulaven els cadàvers, que es deixaven estesos a terra perquè es poguessin identificar.


Imatge de les destrosses causades del cicló Freddy a un poble de Malawi


Font: El País, 17 de març de 2023 - Notícia selecionada per Noelia Bernal 
Títol original: El ciclón Freddy deja 326 muertos en Malaui, un país deforestado y en primera línea de la emergencia climática.

El tifón golpea también en Mozambique y Madagascar y obliga a decenas de miles de personas a desplazarse. La catástrofe evidencia cómo los Estados que menos contribuyen al calentamiento global son a la vez los más vulnerables.

Una nueva catástrofe natural asociada al cambio climático ha azotado por segunda vez en un mes el sur de África. El ciclón Freddy ha dejado hasta el momento un saldo de 401 muertos a su paso por Malaui (326), Mozambique (58) y Madagascar (17) y decenas de miles de desplazados, en la que ya es considerada una de las tormentas tropicales más intensas jamás registradas. El Gobierno de Malaui ha declarado el estado de emergencia y la Organización Meteorológica Mundial ha dicho que Freddy podría haber batido el récord por ser el ciclón de mayor duración en la tierra, por encima del huracán-tifón John, que duró 31 días en 1994 —los expertos no lo confirmarán hasta que no se haya disipado—. Este tipo de catástrofes son cada vez más frecuentes debido a las consecuencias de la emergencia climática mundial y llegan en un momento de gran vulnerabilidad, especialmente para Malaui, que se enfrenta al peor brote de cólera de su historia, con más de 1.600 muertes y 53.000 contagiados.

“Los hogares, fabricados sobre todo con ladrillos de barro, se han deshecho debido a las fuertes lluvias y vientos. Solamente el lunes llegaron 84 muertos y más de 150 heridos al hospital Queen’s Elizabeth de Blantyre”, cuenta Marión Péchayre, jefa de misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el país. Las imágenes que llegan de Malaui, el país más afectado, muestran ríos desbordados arrastrando cadáveres, familias atrapadas en casas a punto del derrumbe, equipos de rescate trabajando sobre un inacabable lodazal… ”No hemos tenido agua ni electricidad durante tres días. Había muertos por todos lados. Muchas partes del país han quedado devastadas”, cuenta Billy Lyson, un joven de 21 años de Blantyre (sur del país), uno de los distritos más afectados.

La tormenta, originada el 6 de febrero en las costas de Indonesia y Australia Occidental, transitó miles de kilómetros a través del océano Índico antes de llegar a Madagascar el 19 de febrero y aterrizar en Mozambique el 24 del mismo mes. Tras recoger nuevamente energía en las aguas cálidas del canal de Mozambique, el sábado volvió a tocar tierra y el domingo llegó a Malaui, el país que se ha llevado la peor parte, tanto en daños en las infraestructuras como en víctimas.

La región sur del país es siempre la más afectada por las catástrofes naturales y el problema en Malaui reside en el tiempo de respuesta: “Hasta que las inundaciones no se producen, no se actúa”, explicaba recientemente Lucy Mtilatila, la directora del departamento de cambio climático del Ministerio de Silvicultura y Recursos Naturales de Malaui. Los distritos más afectados han sido Nsanje, Blantyre, Chikwawa, Phalompe Chiradzulu, todos ubicados en el sur.

El ciclón Freddy es la consecuencia más visible de la emergencia climática que, paradójicamente, sufren los países que menos contribuyen al calentamiento global. Lo expuso Lazarus Chakwera, presidente del país, en la 27º Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada el pasado noviembre en Egipto: “A pesar de nuestra contribución marginal al calentamiento global [en alusión a los países menos desarrollados], seguimos soportando la peor parte del impacto del cambio climático, con el 10% de nuestras pérdidas económicas ocasionadas por desastres naturales”.

Un ciclón insólito

El ciclón Freddy es uno de los fenómenos meteorológicos más largos desde que se tienen registros y también uno de los más intensos. Según la Organización Meteorológica Mundial, ha acumulado tanta energía por sí solo como una temporada media de huracanes en el hemisferio norte.

Malaui, además de ser uno de los países más pobres del mundo, es uno de los menos preparados para hacer frente a las alteraciones climáticas: ocupa el puesto 163 de 182 países en el Índice de Adaptación Global de Notre Dame, un índice que mide la vulnerabilidad al cambio climático y su nivel de preparación o adaptación al mismo. El incremento en la frecuencia, duración e intensidad de los desastres naturales deja desamparado, año tras año, a este país de África sudoriental, que ya sufrió en enero la destrucción de la tormenta tropical Ana, la cual dejó más de 190.000 desplazados internos, 45 muertos y daños importantes en la red de infraestructuras del país.

Ana desató un brote de cólera del que Malaui todavía no se ha recuperado y que sigue marcando récords: nunca antes se habían registrado tantas muertes ni tantos contagios. La enfermedad, que normalmente se concentraba en uno o dos distritos, se expandió de sur a norte por los 29 distritos del país. Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias han advertido de que la tormenta podría empeorar la situación en las áreas inundadas donde el tratamiento de aguas residuales y el agua potable son inadecuados.

Freddy ha llegado después de una larga temporada de lluvias que ha durado tres meses, al contrario que el ciclón Ana del año pasado, que llegó a principios de la estación lluviosa. Julius Ngoma, el coordinador nacional de la Red de la Sociedad Civil sobre el Cambio Climático, explica lo que esto significa: “Los ciclones son más peligrosos a medida que avanza la estación, ya que cuando llegan las fuertes lluvias el suelo ya está saturado de agua, lo que provoca corrimientos de tierra e inundaciones”. Añade además que el cambio de variación en la temporada de lluvias ha dado lugar a la pérdida de cultivos agrícolas, provocando bajos rendimientos en las cosechas, pérdida de biodiversidad y pérdida del patrimonio cultural.(...)

Vídeo relacionat amb la notícia: Los supervivientes de las inundaciones de Malaui reciben ayudas y alimentos tras la tormenta mortal (El País).




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