El 2022 va ser marcat per una gran onada de calor a diferents zones d'Europa, això va implicar un augment de les temperatures. El Servicio de Cambio Climàtico del sistema satelital Copernicus informa de la gravetat dels fenòmens extrems. Cada vegada són més freqüents i intensos, tot això pot provocar canvis en el clima.
Les temperatures fa cinc anys van augmentar molt poc en Europa, però a l'estiu del 2020, vam poder obrservar un creixement de fins a 1,4 ºC. Això va empitjorat el 2022 significativament, els termòmetres van marcar 5 y 10 graus centígrads superiors als habituals segons la Agencia Estatal de Meteorología.
La directora del C3S, Samantha Burges, informa que aquest estiu serà molt més calorós. Actualment, la falta de precipitacions està causant grans problemes com la séquia, incendis, que estem vivint i això ens esta deixant sense aigua per abastir a les necesstitats de tots.
Europa va sofrir rècords de calor y sequía en 2022, segons Copernicus |
Font: rtve, 20 de Abril de 2023 - Notícia selecionada por Silvana Garcia
Títol original: Europa sufre "alarmantes cambios del clima": se calienta el doble que la media mundial y bate récords de calor en 2022.
Un calor extremo sin precedentes y la sequía generalizada marcaron el clima europeo en 2002, según el informe anual del Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copernicus, que advierte de que los fenómenos extremos son cada vez más frecuentes e intensos, una situación que pone de manifiesto los "alarmantes cambios del clima".
Europa se está calentando más rápido que cualquier otro continente en las últimas décadas, y las temperaturas aumentan a una velocidad que dobla la media global. En 2022 sufrió el segundo año más cálido y el verano más caluroso desde que hay registros, con olas de calor intensas y prolongadas en gran parte del continente, en especial la zona sur, que soportó el mayor número de días de "estrés térmico muy fuerte" jamás registrado.
En el último quinquenio, la temperatura media se situó unos 2,2 °C por encima de la media en la era preindustrial (1850-1900). Solo en 2022, los termómetros superaron en 0,9 °C a la media reciente (1991-2020). En verano, la diferencia subió hasta 1,4 °C.
En España, 2022 fue el más caluroso desde que hay registros, y terminó con temperaturas entre 5 y 10 grados centígrados superiores a lo habitual, más propias del mes de abril que de finales de diciembre, según la Agencia Estatal de Meteorología.
"Alarmantes cambios del clima" con cambios drásticos en el Ártico
En especial, preocupa el Ártico, cuyo clima está experimentando cambios drásticos y cuyas temperaturas aumentan mucho más rápido que en la mayor parte del resto del planeta, con 3 °C más que la media de la era preindustrial, frente al calentamiento global de 1,2 °C.
Así, 2022 fue el sexto año más cálido registrado en el Ártico en su conjunto, y el cuarto año más cálido en las zonas terrestres. Una de las regiones más afectadas, fue el archipiélago de Svalbard, que vivió su verano más cálido, con temperaturas que en algunas zonas superaron en 2,5 °C la media.
Groenlandia también experimentó condiciones climáticas extremas, como un calor excepcional y lluvias en septiembre, en lugar de nieve. Las temperaturas medias del mes fueron hasta 8 °C superiores a la media y la isla vivió tres olas de calor.
Para el director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), Carlo Buontempo, el informe pone de manifiesto "los alarmantes cambios del clima", tras el verano más caluroso jamás registrado en Europa, olas de calor marinas sin precedentes en el Mediterráneo y temperaturas récord en Groenlandia.
Menos precipitaciones y deshielo
Respecto a qué pasará el 2023, la directora adjunta del C3S, Samantha Burgess, ha señalado durante la presentación del informe que aunque no se puede afirmar que los europeos sufrirán más calor este año, sí se sabe que a mayor concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera (el CO2 ha aumentado en un 2,4% en 2022) más probabilidad de que haya más años cálidos.
El tiempo varía, hay años calientes y años fríos. Lo que ocurre es que la crisis climática amplifica esa variabilidad y hace que la probabilidad "de que haya años más cálidos aumente constantemente", ha insistido Burgess, que ha subrayado que tanto el invierno como la primavera han sido más cálidos de lo habitual en muchos puntos.
A las altas temperaturas, se sumó la escasez de precipitaciones, factores que llevaron a una situación de sequía generalizada en Europa.
En invierno, se dieron menos días de nieve que la media, con hasta 30 días menos en algunas zonas; mientras que en primavera, las lluvias fueron inferiores a la media en gran parte del continente. Únicamente en mayo, se registraron las más bajas desde que hay registros para ese mes.
La falta de nieve invernal y las altas temperaturas estivales provocaron una pérdida récord de hielo de los glaciares de los Alpes (más de 5 kilómetros cúbicos).
Groenlandia sufrió un deshielo récord durante las olas de calor excepcionales de septiembre que afectó a, al menos, el 23% de la capa de hielo en el punto álgido de la primera ola de calor.
El año más seco desde que hay registros
En cuanto a la sequía, la anomalía anual de la humedad del suelo fue la segunda más baja de los últimos 50 años, el caudal de los ríos europeos fue el segundo más bajo registrado y se encadenaron seis años consecutivos con caudales inferiores a la media. En cuanto a superficie afectada, fue el año más seco desde que hay registros y un 63% de los ríos europeos tuvieron caudales inferiores a la media.
Los países mediterráneos, particularmente España, ya sufren estrés hídrico y, a menos que se dé una importante recarga de precipitaciones en primavera, "es probable que la disponibilidad de agua siga por debajo de la media en los países del sur de Europa" en los próximos meses, según Burgess.
"El agua es un bien finito y quizá no hemos sido lo más eficaces en su gestión. En los últimos seis años, en la mayoría de los ríos europeos el caudal ha estado por debajo de la media, lo que significa que tenemos que adaptarnos a las condiciones climáticas actuales, en las que la disponibilidad de agua es menor que en el pasado", ha advertido.
El calor y la falta de lluvias, fueron caldo de cultivo para los miles de incendios forestales que arrasaron Europa, especialmente en el Sur. Estos fuegos, generaron las mayores emisiones procedentes de incendios desde el verano de 2017.
En Francia, España, Alemania y Eslovenia se registraron las mayores emisiones de incendios forestales estivales de los últimos 20 años, al menos, y en el suroeste de Europa se produjeron algunos de los mayores incendios registrados en el continente.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, advirtió este miércoles de la "situación inédita" por la falta de agua que atraviesa España y que amenaza a la producción agrícola y ganadera, una situación que es "más dura" que la que se produjo en los años 90, según ha afirmado, por las "elevadas temperaturas".
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