21 de març 2020

La paradoxa de convertir escombraries en electricitat i perjudicar els més pobres.

L' abocador més gran d'Etiòpia va sofrir un despreniment massiu de terres al març de 2017 que va causar la mort de 48 dels treballadors del sector informal. La mala gestió de les deixalles urbanes a Adís Abeba evidenciava un repte abismal tant per a la salut pública com mediambiental, i, per aquest motiu, tan sols uns mesos més tard en el mateix abocador s'inaugurava una planta d'incineració anonada Reppie que inicià les primeres operacions per a transformar les escombraries de Koshe en electricitat per als més de tres milions de residents de la capital etíop,  transformant allò que durant 50 anys va ser l'únic abocador de la capital en una font de generació d'energia neta.

La crema dels residus, tot i que  esdevè un impacte que contribueix a elevar els nivells de contaminació de l'aire, també pasa a ser una solució a la mala administració de deixalles urbanes, que causen l'obstrucció de rius i deixalleries en època de pluges, provocant l'estancament d'aigües residuals, que acaben sent brou de cultiu per a la propagació de malalties com la malària, el tifus, el virus del zika o el dengue, consideran-se així un recurs per una altra banda.

No obstant això, l'entrada a acció d'aquesta planta d'incineració d'escombraries amenaça els mitjans de vida dels recicladors i recicladores que vivien de la recol·lecció de deixalles per la crema de materials reciclables que ells podien utilitzar i, des de la seva inauguració, han estat diverses les manifestacions protagonitzades per grups de recicladors de la ciutat, al·legant al fet que la privatització de les escombraries urbanes provoca la pèrdua de mitjans de subsistència i incrementa la desocupació, la informalitat i el risc de pobresa de la població més desfavorida de la ciutat, especialment de les dones, creant així una difícil situació complicada de gestionar.

                            La planta d'incineració Reppie situada a la capital d'Etiopía, Adís Abeba.




El periódico, 4 de Març del 2020


El basurero más grande de Etiopía —llamado Koshe, que significa "sucio" en amárico— sufrió un desprendimiento masivo de tierras en marzo de 2017. El derrumbe de los desechos, en los que trabajaban decenas de recolectores de basura, causó la muerte de 48 de estos trabajadores del sector informal. Como en tantas otras ciudades en países de renta baja, la mala gestión de los desechos urbanos en Adís Abeba evidenciaba un reto abismal tanto para la salud pública como medioambiental. Tan solo unos meses más tarde, en agosto de 2018, en el mismo vertedero, se inauguraba la planta de incineración Reppie, la primera de su tipo en África. Se iniciaron entonces las primeras operaciones para transformar la basura de Koshe en electricidad para los más de tres millones de residentes de la capital etíope.
La falta de inversión pública en servicios básicos y en la gestión de desperdicios de muchas ciudades africanas provoca, entre otras consecuencias, la quema de residuos que contribuye a elevar los niveles de contaminación del aire. Asimismo, la mala administración de desechos urbanos causa la obstrucción de ríos y desagües en época de lluvias, y por tanto el estancamiento de aguas residuales, que acaban siendo caldo de cultivo para la propagación de enfermedades como la malaria, el tifus, el virus del zika o el dengue.

Con una instalación que le ha costado al Gobierno etíope 120 millones de dólares, Adís Abeba se ha puesto a la cabeza de la sostenibilidad ambiental en materia urbana. Ubicada a ocho kilómetros de la sede de la Unión Africana, en un espacio de siete hectáreas dentro de las 37 que ocupa el vertedero urbano de Koshe, Reppie ha transformado aquello que durante 50 años fue el único vertedero de la capital en una fuente de generación de energía limpia.

Construida por la Corporación Estatal de la Red Eléctrica China (CNEEC) y la empresa singapurense Cambridge Industries, la compañía Etíope de Energía Eléctrica se ha situado con este proyecto como un paradigma de modernización del tratamiento de los residuos sólidos municipales. A pesar de que es la CNEEC quién está a cargo de las operaciones y el mantenimiento de las instalaciones, se prevé que la capacitación de empleados etíopes y su preparación para operar la central recaerá totalmente en manos locales en 2021.

Contribuyendo a la mitigación de enfermedades y mejorando la calidad del aire en la ciudad, esta planta de energía ha adoptado una tecnología moderna de tratamiento de gases de combustión que garantiza, según CNEEC, que casi todos los óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre, metales pesados y dioxinas producidos por la planta se reduzcan drásticamente. Además, Cambridge Industries Energy manifiesta que la planta funciona de manera segura dentro de los parámetros de emisiones de la Unión Europea.

Sin embargo, la entrada en acción de esta planta de incineración de basuras amenaza los medios de vida de los recicladores y recicladoras que vivían de la recolección de desechos porque quema materiales reciclables que ellos podían utilizar. Desde su inauguración, han sido varias las manifestaciones protagonizadas por grupos de recicladores de la ciudad, alegando a que la privatización de la basura urbana provoca la pérdida de medios de subsistencia e incrementa el desempleo, la informalidad y el riesgo de pobreza de la población más desfavorecida de la ciudad, especialmente de las mujeres. El problema afecta a entre 500 y 600 personas, y el conflicto social derivado de la construcción de la planta de incineración sigue latente a pesar del reconocimiento internacional del proyecto según el Atlas de Justicia Medioambiental,

"En lugar de estas tecnologías plagadas de fracasos en el mundo, la ciudad podría estar invirtiendo hace años en programas de educación y difusión para el reciclaje y compostaje con incorporación de recicladores que, abandonados a su suerte, hoy se encuentran sepultados bajo los residuos que la ciudad intentó ocultar" denuncia la asociación Gaia. Y recuerdan que el reciclaje proporciona medios de vida a 15 millones de personas en todo el mundo.

En todo el continente se están desarrollando diversas alternativas a las plantas de incineración como Reppie. Son proyectos basados en la economía circular que abogan por reducir, reutilizar y reciclar los desechos urbanos. Proyectos como el nigeriano Wecyclers, que abogan por el reciclaje a pedales, o experiencias enmarcadas dentro de la llamada economía verde, como las que se llevan a cabo en Kinshasa, demuestran la necesidad de un cambio de paradigma industrial del tratamiento de residuos que se ha practicado tradicionalmente en el Norte Global. El diseño regenerativo, derivado del reciclaje que se venía produciendo en Koshe, permitía la reutilización de desechos y ahorraba energía, protegiendo el medio ambiente y promoviendo la sostenibilidad económica. En pleno año de la justicia climática, los proyectos que representan una mejora a escala medioambiental deben incorporar las reivindicaciones ciudadanas para que se haga, a la vez, justicia social.





18 de març 2020

Plogging, el deporte que combina el ejercicio con el cuidado del medio ambiente

Si ets una persona que li agrada sortir a córrer, ara tens l'oportunitat de col·laborar amb el medi ambient. Tot gràcies al plogging.
El plogging, és una variació del running nascuda a Estocolm, que s'ha convertit en un esport de consciència social. Aquest consisteix a sortir a córrer amb no només roba de fer esport i un reproductor de música sinó també amb una bossa d'escombraries. Alhora que fas exercici, reculls tota mena de deixalles que hi han pel terra i així, et poses en forma tu i poses en forma al medi ambient, ja que unifica l'amor per l'esport i per el nostre planeta.
A Europa s'està practicant en molts dels països nòrdics, i a Estats units es comença a instal·lar, ja que els habitants estan cansats de veure residus pels carrers.
Els ploggers (persona que practica el plugging) poden cremar fins a 300 calories, ja que aquest  esport combina córrer amb esquats.

Plogging, el deporte que combina el ejercicio con el cuidado del medio ambiente
Plogging, el deporte que une running y amor por el medio ambiente (Plogga.se)

La Vanguardia, 09/03/2020

Cuando sales a correr te pones ropa deportiva, coges el móvil o un reproductor de música, y si decides practicas ‘plogging’ también tendrás que llevarte una bolsa de basura. El ‘running’ ha dado un paso más para convertirse en un deporte con conicencia social.

El plogging es una nueva modalidad deportiva, impulsada desde Estocolmo (Suecia), aúna la practica deportiva con el amor por el medio ambiente: se trata de salir a correr e ir recogiendo los desperdicios que uno se vaya topando por el camino. El término es el resultado de la fusión de la popular palabra inglesa ‘running’ y de la expresión sueca ‘plocka upp’, que significa recoger.

El ‘plogging’ se trata de salir a correr e ir recogiendo los desperdicios que uno se vaya topando por el camino

En Europa esta practica se ha instaurado en muchos países y en los Estados Unidos, la moda se está instalando entre los que están cansados de ver basura en su ruta de ejercicio Emily Wright, una plogger y residente de Virginia (Estados Unidos) declaraba en un artículo a The Washington Post “No puedo pasar al lado de una botella de plástico y no recogerla. Me parece mal que una persona no sea responsable de su basura”.

Los ploggers aseguran que se pueden quemar alrededor de 300 calorías con 30 minutos de práctica, ya que combina correr con sentadillas cada vez que se recoge un desperdicio. Se ha extendido tanto esta práctica deportivo-ecológica que en las redes sociales quienes lo practican comparten imágenes de sus carreras y los trucos que utilizan para recoger más basura en menos tiempo y aumentar la efectividad del ejercicio físico, utilizando el hashtag #Plogging.


Nació en Estocolmo, pronto conquistó todo Suecia y después los países nórdicos. Ahora ya se practica en toda Europa y también en Estados Unidos. En nuestro país ya se han creado grupos de plogging que quieren fomentar la práctica de este deporte.

Se ha extendido tanto que ha traspasado las barreras del running y también lo practican los que salen en bicicleta o los que practican deportes de agua.


Hoy en día según anuncian en su página web la iniciativa se ha extendido a más de 100 países y cada día más de 20.000 personas “corren por el planeta”, es decir, se dedican a recoger basura mientras practican deporte.

Correr es uno de los ejercicios que mayor beneficios aporta: mejora y refuerza la resistencia, la coordinación, la velocidad, la capacidad pulmonar y la salud cardiovascular. Ahora, además, también preserva el medio ambiente y mejora nuestro entorno. ¿Te apuntas al plogging?


16 de març 2020

Greenalia pren posicions en l'energia basada en biomassa

La biomassa és una font d'energia renovable considerada una d'alternativa pel fet que, tot i que deixa anar CO₂ a l'atmosfera, aquest és aprofitat en la fotosíntesi del vegetals tot creant un cicle plantes-biomassa-atmosfera-plantes. Això afirma que el seu balanç de contaminació és zero, tot convertint-la en una font d'energia neta que esdevé un bon recurs per a la gent. Cal destacar el baix risc que suposen les centrals de biomassa per a la població en comparació amb les centrals nuclears o petroquímiques.

Moltes empreses internacionals utilitzen la biomassa com a recurs energètic, ja que té un impacte ambiental mínim comparat amb altres maneres d'aconseguir electricitat. Entre elles, trobrem la filial Greenalia Biomass Power, que lidera aquest sector a causa del fet que és una de les poques empreses que utilitza la biomassa com a única font d'energia per tal d'aconseguir electricitat.
Resultat d'imatges per a "biomassa"
Biomassa

Ecoticias, 11/03/2020

Según informó la compañía al Mercado Alternativo Bursátil (MAB), su filial Greenalia Biomass Power obtuvo el Registro Administrativo de Instalaciones de Producción de Energía Eléctrica (RAIPREE) y ya ha solicitado, un mes ante de los previsto, el Régimen Retributivo Específico (RRE).
Esta planta de biomasa cuenta con una potencia de 50 megavatios (MW), la energía suficiente para abastecer a una población de más de 300.000 habitantes y evitará la emisión de 393.973 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año.

Greenalia toma posiciones en la energía basada en biomasa:
Su puesta en funcionamiento generará unas ventas anuales de 37 millones de euros y un resultado bruto de explotación (Ebitda) superior a los 17 millones, con unos ingresos recurrentes de más de 1.050 millones de euros a lo largo de 25 años por la venta de energía eléctrica y de 340 millones por el suministro de biomasa forestal para Greenalia Forest, filial del grupo.

Durante el proceso de construcción, que ha contado inicialmente con una inversión total de 135 millones de euros, se han generado más de 1.000 puestos de trabajo entre empleos directos e indirectos. De ellos, unos 100 se mantendrán como fijos, 35 en la planta y el resto en la actividad de recogida de la biomasa.

Asimismo, tiene capacidad para tratar 500.000 toneladas de restos de corta forestal que se recogerán en bosques certificados por los sistemas FSC o PEFC situados en un radio de 100 kilómetros alrededor de las instalaciones.

Impacto positivo de la retribución
Por otro lado, Greenalia sostiene que la actualización de los parámetros retributivos aprobados recientemente va a repercutir de forma positiva en los resultados de la planta, permitiendo incrementar la facturación en cinco millones de euros y en más de dos millones de euros el Ebitda.

Adicionalmente, la compañía ha formalizado un préstamo bilateral a tres años, extensible por un periodo adicional, por un importe máximo de 28 millones de euros, de los cuales ha dispuesto 18 millones a fecha actual, con la garantía de proyectos en desarrollo, lo que permitirá desarrollar los proyectos garantizados en la misma hasta obtener el estado RTB para comenzar a construir.


La Comissió Europea vol blindar en una llei la fi dels combustibles fòssils


Amb el canvi climàtic, causat fonamentalment per la crema de combustibles fòssils, la humanitat enfronta el major desafiament ambiental de tota la seva història. De no prendre's accions radicals i promoure's canvis profunds en els nostres sistemes productius i de transport, els impactes ecològics, socials i econòmics per al planeta seran catastròfics y és que no tenim dos planetes. Per això, la Comissió Europea presenta aquest dimecres la primera llei climàtica de la seva història, per erradicar les emissions de gasos d'efecte d'hivernacle per a l'any 2050.
Amb aquesta llei, es proposa l'abandonament dels combustibles fòssils, a través del tancament de les centrals tèrmiques (de carbó, fuel o gas natural) que funcionen amb ells, la prohibició que es construeixin altres noves i l'ús de les energies alternatives per a reemplaçar als combustibles fòssils. 

Central térmica de carbón de Dolna Odra en Polonia.
Central térmica de carbón de Dolna Odra en Polonia.

La Comisión Europea quiere blindar a través de una ley la erradicación de las emisiones de gases de efecto invernadero de la economía del viejo continente. El objetivo que ya han consensuado los Veintisiete y el resto de instituciones es el fin de esas emisiones ―cuya principal fuente son los combustibles fósiles― en 2050. Y, para alcanzar esa meta, la Comisión lanzará el miércoles una propuesta de regulación que le permitiría analizar cada cinco años la senda de descarbonización de la UE y verificar si las medidas adoptadas por los Veintisiete son suficientes. Además, en el borrador de la Ley Europea del Clima, al que ha tenido acceso EL PAÍS, el Ejecutivo de Ursula von der Leyen se compromete en septiembre a aumentar los objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono para 2030. Doce países, entre ellos España y Francia, han pedido adelantar esa fecha a junio.

La Comisión Europea quiere blindar 2050 como el año para alcanzar la neutralidad climática en el continente. El vicepresidente ejecutivo, Frans Timmermans, mañana dará el pistoletazo de salida la consagración de esa fecha en una propuesta de regulación que señala que ese objetivo debe ser alcanzado “de forma colectiva” mediante la adopción de las “medidas necesarias” por parte de las instituciones europeas. Ese borrador de ley deberá ser negociado con el Consejo y la Eurocámara, donde hay sectores que ya ven con recelos algunos aspectos de la propuesta.

La UE logró salvar los muebles el pasado mes de diciembre después de que los jefes de Estado y Gobierno pactaran la meta de cero emisiones de dióxido de carbono en 2050. Esa fue, sin embargo, una amarga victoria para el bloque comunitario por la salvedad que obligó a introducir Varsovia. Polonia, una de las mayores economías del continente y de las más dependientes del carbón, decía no estar en disposición de cumplir esos objetivos. Por ahora, el bloque comunitario está usando la zanahoria para convencer al Gobierno de Kaczynski: con dinero y buscando flexibilidad asumiendo que unos Estados harán más que otros.

Doce países de la UE urgen a la Comisión a que endurezca ya sus objetivos climáticos
Pero si la negociación para fijar la meta de la neutralidad climática ―que las emisiones de efecto invernadero sean cero o que se compensen con las absorciones, por ejemplo, a través de nuevos bosques― para dentro de 30 años fue complicada, podría serlo aún más establecer nuevos objetivos más ambiciosos para dentro de solo una década. En 2014 la UE se comprometió a reducirlas un 40% en 2030 respecto a los niveles de 1990. Ese fue el plan que puso sobre la mesa Europa cuando firmó el Acuerdo de París en 2015 ―todos los países firmantes deben presentar planes de recorte con metas concretas cuando se suman al pacto climático―. Pero la UE sabía que debía revisarlo al alza, como el resto de firmantes, en 2020.

La ley que Timmermans presentará mañana no solo es la pieza clave del Nuevo Pacto Verde. También es la fórmula con la que Bruselas quiere atar a los países a descarbonizar la economía europea en las próximas tres décadas. Para ello, la Comisión Europea quiere elevar el listón y “revisar el objetivo climático de la Unión para 2030 y explorar nuevas opciones para una nueva meta en 2030 para una reducción del 50% al 55% en las reducciones de emisiones en comparación con los niveles de 1990”, según el borrador. Bruselas se compromete a tener preparada para junio de 2021 una evaluación de todo cuanto debe retocar para llegar a esa aspiración. La Comisión propone en el borrador fijar la trayectoria a partir de 2030 teniendo en cuenta criterios como la competitividad de la economía, la mejor tecnología disponible, la eficiencia energética, la justicia y solidaridad entre países miembros y en las transiciones y las pruebas científicas que vayan publicándose.

Un grupo de 12 países, no obstante, han enviado una carta a Timmermans reclamándole que actualice lo antes posible sus planes de recorte de emisiones de gases de efecto invernadero. España, Francia, Italia y Holanda, entre otros, quieren llegar a la Cumbre del Clima de Glasgow, que se celebra en noviembre, con los deberes hechos y piden más ambición a la Comisión Europea. Alemania, que no firma esa carta, se ha comprometido para 2050, pero titubea en cuanto a aumentar los recortes para 2030. Y en el otro extremo, el llamado Eje de Visegrado —Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia— arrastra los pies al considerar que una mayor ambición puede suponer un frenazo a sus economías.

Esta década será clave en la lucha contra el calentamiento global, según se desprende de los informes elaborados por el IPCC, el grupo de científicos que asesora a la ONU. El Acuerdo de París establece una meta: que el incremento de la temperatura media del planeta no supere los dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y, en la medida de lo posible, los 1,5 grados. Las emisiones de gases de efecto invernadero que el ser humano ha emitido desde la Revolución Industrial han llevado ya ese incremento de la temperatura a 1 grado. Y los planes que los países firmantes del Acuerdo de París han puesto hasta ahora sobre la mesa harán, según los análisis de la ONU, que aumente entre tres y cuatro grados a final de siglo.

Por eso el Acuerdo de París fijaba un sistema de revisión al alza de los planes de recorte de emisiones de los Estados, que deben actualizarse cada cinco años. La propuesta de la Comisión hace suyo también ese sistema al instaurar revisiones cada cinco años de la senda hacia la descarbonización de Europa. Propone ir comprobando cada paso que se da y adoptando nuevas medidas mediante “actos delegados”. Esa figura permite sortear las complejas y largas negociaciones con el Consejo y el Parlamento Europeo, que simplemente deberían decir si están o no de acuerdo con las propuestas que les lleve el Ejecutivo. Los sectores más conservadores de ambas instituciones, sin embargo, recelan de esa posibilidad.

Para asegurar que Europa no se desvía de esa senda, a partir de 2023 Bruselas cada cinco años hará una evaluación del progreso en el conjunto de la Unión y de las medidas adoptadas por los países. En caso de que el Ejecutivo comunitario vea que el conjunto de los Veintisiete pierde el ritmo, podrá tomar “las medidas necesarias” para enderezar la situación. En el caso de los países, podrá formular recomendaciones y hacerlas públicas. Los países las “deberán tener en cuenta” en un “espíritu de solidaridad” entre Estados y, en caso de ignorarlas, deberán explicar a la Comisión las razones de ese rechazo. La transparencia y la rendición de cuentas públicas es también otro de los ejes del Acuerdo de París, que, a diferencia de otros tratados, no contempla sanciones por los incumplimientos. Bruselas, con su propuesta, asume esa misma filosofía y apuesta por hacer públicos los análisis de los incumplimientos de los Estados como herramienta de presión.

La propuesta de ley, además, reafirma la vocación de la UE a ejercer un “liderazgo global” en la transición hacia la neutralidad climática. Se trata de la “diplomacia climática” que Bruselas quiere desplegar con instrumentos como los tratados comerciales, en los que quiere incluir cláusulas para que sus socios asuman los Acuerdos de París. Ello no solo tiene un objetivo de arrastrar a otros Estados hacia sus objetivos, sino también de asegurar que otras regiones no ejercen una competencia desleal y evitar lo que se conoce como fuga de carbono (el traslado de una empresa debido a la aplicación de unas políticas climáticas solo en un determinado territorio).

Frans Timmermans, vicepresidenta de la Comisión Europea, en la Eurocámara.
Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, en la Eurocámara.


15 de març 2020

En defensa dels gasos d'efecte hivernacle

L'efecte hivernacle sempre ha estat vist com un impacte cap a l'atmosfera de la Terra, però el que no sabem és que pot arribar a ser necessari per la vida a la terra i força positiu, ja que hi han gasos que són necessaris per la vida com el vapor d'aigua, el dióxid de carboni, el metà i el diòxid nitrós i que a la vegada són els gasos que produeixen l'efecte hivernacle. Gràcies a aquests gasos el nostre planeta ha evolucionat, a més cal dir que sense aquests gasos no podríem obtenir una gran part de energía solar, això és degut a que els gasos d'efecte hivernacle absorbeixen part de la llum solar, es calenten i remeten l'energía en forma de fotons infrarrojos. Per tant el que vol aquesta notícia és que ens adonem de que els gasos d'efecte hivernacle no són tant negatius com ens pensem.



Astromòbil d'exploració marciana dirigida per la NASA.



Queremos romper una lanza en favor de los gases del efecto invernadero. La vida en la Tierra tal y como la conocemos es altamente dependiente de gases de la atmósfera como el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano o el óxido nitroso, que producen el llamado efecto invernadero. Estos gases no son, en sí, perjudiciales. Más bien lo contrario.

De hecho, estos gases han esculpido la evolución de nuestro planeta y de la vida a lo largo de miles de millones de años. Y es que la energía que nos llega del Sol no es tanta como parece. Los fotones solares solo pueden calentar la superficie de la Tierra hasta unos 260 grados Kelvin, que es la unidad que usamos los físicos para medir la temperatura (y escribimos 260 K). Parece mucho, pero es solo -16 grados centígrados, ¡¡la temperatura de un congelador estándar!! Gracias a los gases de efecto invernadero, que absorben parte de la luz solar, se calientan y remiten la energía en forma de fotones infrarrojos, gran parte de la energía del Sol que nos llega no se refleja y se pierde en el espacio, sino que nos ayuda a que la temperatura media de la superficie del planeta sea mucho más agradable, unos 298 K (15ºC).

Pero todo es bueno en su justa medida. La cantidad necesaria para mantenernos calientes es muy pequeña, representa menos del 0.1% de moléculas que componen la atmósfera. En la actualidad, hay unas 400 moléculas de CO2 (dióxido de carbono), el gas invernadero más abundante después del vapor de agua, por cada millón de partículas en el aire. De una cantidad ínfima de moléculas de gases de efecto invernadero depende que seamos un planeta helado o uno muy caliente e inhóspito.
Si hubiera menos cantidad de gases de efecto invernadero, nuestro planeta sería bastante distinto. Si no tuviéramos casi nada de ellos, sabemos cómo sería la Tierra: nos asemejaríamos a Marte

Si hubiera menos cantidad de gases de efecto invernadero, nuestro planeta sería bastante distinto. Si no tuviéramos casi nada de ellos, sabemos cómo sería la Tierra: nos asemejaríamos a Marte, que conocemos no solo gracias a nuestros telescopios sino también porque “hemos estado allí”, hemos llevado aparatos de medida. En el Planeta Rojo la atmósfera es 100 veces menos densa que en la Tierra. Casi todo es CO2, hay muy poca agua, quizás algo de metano, pero hay tan pocas partículas en la atmósfera que no existe efecto invernadero. Así que la temperatura de Marte es gélida, en media unos -50º C, un poco más caliente que lo que el Sol puede calentarla (a -55º C). A esa temperatura, toda el agua que hay en Marte, e incluso gran parte del CO2 atmosférico, están congelados, formando capas de permafrost y casquetes polares.

Si crece la cantidad de gases de efecto invernadero, y eso es lo que nos lleva pasando a nivel planetario desde hace media docena de décadas por la acción del hombre o ha ocurrido en el pasado de manera natural, nuestro planeta cambiará irremediablemente y nuestro modelo de vida se verá afectado. Quizás el proceso ya es irreversible, pero seguro que podemos amortiguar sus efectos, que serán bastante dramáticos en ciertas zonas del planeta y para ciertos grupos de población.
Los efectos atmosféricos asociados a los gases efecto invernadero pueden desbocarse. 

Esto no es un proceso que se produzca en “escalas de tiempo humanas”, sino tras millones de años. Pero lo cierto es que los planetas pueden cambiar. No son completamente estables, más bien viven en un frágil equilibrio. Hace miles de millones de años la Tierra no era muy diferente nuestros vecinos más próximos del Sistema Solar. Las atmósferas de Venus, la Tierra y Marte, que llamamos secundarias, estaban compuestas por gases que emanan de los volcanes, típicamente H2O, CO2, SO2, N2, NO2, H2S,... Pero cada planeta evolucionó de manera muy diferente. Mientras Marte se quedaba sin atmósfera, Venus, otro planeta en el que también “hemos estado”, se sumía en un efecto invernadero desbocado. En Venus la atmósfera es casi 100 veces más densa que la nuestra, y casi toda ella es CO2. El efecto invernadero es de tal calibre que la superficie de Venus, en vez de estar a unos -40ºC como debería de acuerdo con la radiación solar que recibe, ¡¡está a 470ºC!! Esta temperatura es parecida a la que usan los hornos pirolíticos para quemar residuos y facilitar su limpieza. En Venus no hay nada líquido en la superficie e incluso la lluvia proveniente de las nubes de ácido sulfúrico venusianas se evapora antes de llegar al suelo.



14 de març 2020

Se derritió el 20% de una isla antártica en tan solo 9 días



Aquesta notícia reflexa un problema molt greu que es l'escalfament global, i la destrucció de molts ecosistemes per culpa d'això. aquest escalfament es deu a les grans emisións de hidróxid de carboni i a altres tipus de gasos hivernacle. Aquesta tendencia que está portant el planeta fara que el nivell del mar puji i molts ecosistemes desapareguin. 


Fotografía del satélite de la nasa 

La crisis climática continúa, a principios de febrero una fuerte ola de calor provocó que en la Antártida se derritiera el 20% de la nieve de la Eagle Island, perdiendo en tan solo 9 días un total de 10cm de hielo.

El planeta Tierra actualmente está atravesando lo que se cataloga como la peor crisis ambiental de todos los tiempos, ahora, las nuevas imágenes captadas por la NASA, dejan un dato desalentador y preocupante, en ellas se observa como casi una cuarta parte de la capa de nieve de Eagle Island se derritió.Según lo explicó la NASA, a principios de este mes la Antártida tuvo sus días más calurosos, registrando una temperatura récord de 64.9 grados Fahrenheit, provocando que en un poco más de una semana se derritieran 4 pulgadas de la capa de nieve de Eagle Island.

El dramático derretimiento de los glaciares más cercanos a la Antártida quedó plasmado en una serie de fotografías satelitales publicadas por el Observatorio de la Tierra de la NASA y tomadas por el Operational Land Imager (OLI) del satélite Landsat 8, estas muestran como la ola de calor que se presentó del 5 al 13 de febrero arrasó con el 20% de la nieve.

De seguir presentándose continuamente estas altas temperaturas podrían causar un aumento extremo del nivel del mar, de acuerdo con las declaraciones del glaciólogo del Nichols College, Mauri Pelto “Nunca antes se había visto que los estanques de deshielo se dieran tan rápido en la Antártida, las olas de calor no eran tan comunes en la región”.

Los expertos también explicaron que: “Los vientos secos y cálidos también podrían haber jugado un papel importante, los vientos de Foehn son vientos fuertes y racheados que causan tormentas de viento en las laderas de las montañas, que a menudo traen consigo aire cálido”.

Según la Organización Meteorológica Mundial, el aumento del nivel del mar podría ser catastrófico para los millones de personas que residen a lo largo de las costas del mundo, ya que las capas de hielo de la Antártida contienen suficiente agua para aumentar el nivel global del mar a casi 200 pies. 

Este calentamiento global se debe a las gigantescas emisiones de CO2 que los seres humanos estamos produciendo en nuestras fábricas y empresas energéticas. si esta tendencia de consumismo y despreocupación no se detiene podríamos estar ante uno de las mayores catástrofes climáticas jamás vistas.

Els pols perden sis cops més gel que fa 30 anys


Segons un estudi recent realitzat per un grup de científics de l'IMBIE, els pols estan perdent aigua a un ritme accelerat. Prop d'un bilió de tonelades a l'any són el resultat total d'aigua que es desprèn en el desgel dels pols, sis cops més que fa 30 anys. Aquest esdeveniment suposa un impacte per a totes les ciutats costaneres que observen, degut a això, un increment del nivell del mar que comporta alhora un risc d'erosió costanera i inundacions. L'exposició a aquest perill iminent és de més de 400 milions de persones. Aquest fet planeteja proposar mesures de gestió ambiental als governs ja que les pèrdues econòmiques i de víctimes serien molt elevades. Aquest desglaç, tot i ser un procés físic natural, es produeix com a conseqüència de l'escalfament global i de l'impacte induït que ha tingut l'home sobre aquest. Per tant s'ha comprovat que si no s'evita l'increment de les temperatures dels oceans, els pols es seguiran desfent a un ritme descontrolat i alhora augmentaran els processos catastròfics que poc a poc destruiran les ciutats costaneres.



El agua cada vez más cálida acelera el deshielo de los casquetes polares.
L'aigua cada cop més càlida accelera el desgel dels pols

El País 11/3/2020


Se sabía que el casquete polar ártico perdía hielo de forma acelerada. El deshielo también se estaba produciendo en el antártico. Ahora, un amplio grupo de científicos ha combinado los datos de ambos polos para calcular cuánta masa helada están perdiendo: cerca de medio billón de toneladas al año. Lo peor es que el ritmo de pérdida se ha multiplicado por seis en apenas tres décadas. Dentro de otras ocho, tanta nueva agua habrá subido el nivel del mar otros 17 centímetros.


Combinando datos de 11 satélites, casi un centenar de científicos del equipo IMBIE han obtenido la imagen más actualizada del estado de los casquetes polares. Impulsado tanto por la NASA como por la ESA, este proyecto compara y reconcilia las mediciones obtenidas por distintas técnicas en ambos extremos del planeta.

Sus resultados combinados, recién publicados en la edición impresa de la revista Nature, muestran que Groenlandia y la Antártida han perdido la cantidad de 6,4 billones de toneladas de hielo entre 1992 y 2017. Lo peor es que cada año se pierde una cantidad mayor. A comienzos de los años noventa del siglo pasado, se deshelaban unos 81.000 millones de toneladas. La media de la pasada década fue de 475.000 millones de toneladas. Eso supone que el deshielo ahora es seis veces mayor que el de hace 30 años.
De los 81.000 millones de toneladas anuales desheladas en los noventa se ha pasado a 475.000 millones al año en la pasada década

“Tanto Groenlandia como la Antártida han estado perdiendo hielo constantemente desde al menos 1992”, dice Mark Pattle, ingeniero de isardSAT, empresa que participa en el proyecto IMBIE. “En Groenlandia hemos visto un fuerte aumento de pérdidas entre 2002 y 2007 en comparación con los años anteriores y alcanzó su tasa máxima de pérdidas entre 2007 y 2012. Para la Antártida, más de la mitad de esta pérdida ha ocurrido desde 2012”, añade.

El nivel del mar ha subido 1,78 centímetros debido a tanto deshielo. Eso supone un tercio del total de elevación marina en estos 30 años. A este aumento hay que sumar el provocado por la expansión térmica del agua, que gana volumen a medida que se calienta por el cambio climático. Unos milímetros pueden parecer pocos, pero cualquier incremento en vertical se traduce en avances en horizontal de entre 50 y 100 veces.

“Cada centímetro de aumento del nivel del mar conlleva más inundaciones y erosión costeras”, comenta en una nota Andrew Shepherd, de la Universidad de Leeds (Reino Unido), principal autor del estudio. “Si la Antártida y Groenlandia siguen en la ruta del peor escenario climático, provocarán una subida extra del océano de 17 centímetros para finales de siglo. Esto supondría que 400 millones de personas estarían expuestas al peligro de inundaciones costeras anuales para 2100”, añade.

Según el estudio, la mayor parte del deshielo se debe a un proceso físico casi mecánico más que al aumento de la temperatura. Las mayores pérdidas se están produciendo en el frente de los glaciares. Expuestos a un mar más cálido, estos frentes se derriten más rápido, lo que provoca que el resto del glaciar, como un río de hielo que es, avance más rápido hacia el agua, realimentando el proceso. Casi todo el hielo perdido en la Antártida y la mitad del de Groenlandia se ha desvanecido de esta manera. El resto de las pérdidas en el casquete ártico se debería a la mayor temperatura del aire que hace que se derrita la capa superior.





08 de març 2020

Els óssos polars recorren al canibalisme per la crisi climàtica i la manca d'aliments

A mesura que el gel es va fonent i l'activitat humana erosiona el seu hàbitat, els óssos polars es veuen obligats a matar-se i menjar-se entre sí. Aquest article deixa veure cóm una vegada més, l'activitat humana suposa un impacte per al planeta Terra, en aquest cas afectant a la manca d'aliments i  l'augment de temperatures dia rere dia, que porta a la lluita per la supervivència dels óssos polars i en conseqüència l'augment del canibalisme entre aquests depredadors.
Vladimir Sokolov, un científic rus que va dirigir nombroses expedicions de l'Institut d' Investigació de l'Àrtic i l' Antàrtida, juntament amb Ilya Mordvintsev, investigador de l'Institut Severtsov, exposen la seva preocupació davant d'aquest comportament ja que aquests casos que es donaven en rares ocasions, s'han convertit en un habitual.

La Vanguardia 27/02/2020
En los últimos años han aumentado los casos de osos polares (Ursus maritimus) que matan y devoran a sus semejantes en el Ártico. Este comportamiento inusual sucede como consecuencia de la falta de alimento debido al derretimiento del hielo y la actividad humana que destruye su hábitat.

”El canibalismo entre los osos polares es un hecho establecido desde hace tiempo, pero estamos preocupados porque estos casos que solían producirse rara vez, ahora son bastante frecuentes”, advierte Ilya Mordvintsev, investigador del Instituto Severtsov para Problemas de Ecología y Evolución de Moscú.

El canibalismo entre los osos polares es un hecho establecido desde hace tiempo, pero estamos preocupados porque estos casos que solían producirse rara vez, ahora son bastante frecuentes

ILYA MORDVINTSEV Investigador del Instituto Severtsov
Los osos polares son carnívoros. Su alimento principal son los animales del ártico, sobre todo focas y renos. Llegan a comer unos 30 kilos de comida al día, y los cachorros un kilo. Pueden recurrir al canibalismo, en especial los machos, si sufren mucha hambre, pero, hasta ahora, solía ser casos excepcionales.

”Podemos decir que el canibalismo entre los osos polares está aumentado”, añade Mordvintsev.

Los osos polares, amenazados por el preocupante aumento de las temperaturas
Escasez de alimentos por culpa de la huella humana
Durante una presentación en la ciudad de San Petersburgo, el investigador sugirió que el comportamiento podría deberse a la falta de alimentos.

”En algunas estaciones no hay suficiente comida y los machos grandes atacan a las hembras con oseznos”, dijo.

La ocupación de territorio de caza del osos polar por parte del hombre en la principal causa de esta escasez de alimentos.

En algunas estaciones no hay suficiente comida y los machos grandes atacan a las hembras con oseznos

ILYA MORDVINTSEV Investigador del Instituto Severtsov
La zona del Golfo de Obi en el mar de Barents, donde los osos polares solían cazar, es ahora una ruta concurrida de barcos cargados de gas natural licuado (GNL), con la consecuente destrucción del hielo en esta zona.

Por desgracia, en un futuro el osos polar perderá aún más hábitat debido a la actividad humana. Rusia, que ya es un gran exportador mundial de petróleo y gas, desea desarrollar su potencial en GNL en el Ártico y también está ampliando instalaciones militares en esa zona.
Calentamiento global, el otro gran problema
Los investigadores rusos también han constatado un creciente número de osos polares que abandonan sus lugares tradicionales de caza, incluso los plantígrados se acercan a asentamientos humano en busca de comida. Un comportamiento como consecuencia del derretimiento del hielo por el calentamiento global.

Osos polares en la península de Nueva Zembla, ártico ruso, acuden a un vertedero a buscar comida.
Vladimir Sokolov, un científico ruso que dirigió numerosas expediciones del Instituto de Investigación del Ártico y la Antártida, asegura que este año los osos polares se han visto afectados principalmente por un clima anormalmente cálido.

En el último cuarto de siglo, el nivel de hielo a finales de verano en el Ártico se ha reducido un 40%

VLADIMIR SOKOLOV Científico ruso que dirigió numerosas expediciones del Instituto de Investigación del Ártico y la Antártida
“En el último cuarto de siglo, el nivel de hielo a finales de verano en el Ártico se ha reducido un 40%”, asegura Sokolov. Este científico predice que los osos polares tendrán que dejar de cazar en el mar helado y se verán confinados a las orillas de los lagos y los archipiélagos cercanos al polo.

Mordvintsev no descarta la hipótesis que este comportamiento del osos polar sea más habitual de lo que se conocía hasta ahora. “El aumento de los casos de canibalismo también puede deberse, en parte, a que más personas trabajan en el Ártico e informan de este comportamiento. Ahora obtenemos información no solo de los científicos sino también del creciente número de trabajadores petroleros y empleados del ministerio de defensa”, apuntó.


Guardians contra la pesca fantasma

Des de fa anys, la pesca fantasma suposa un gran impacte pel medi submarí, sobretot pels animals que habiten als nostres mars i oceans.
Fa relativament poc temps, des de la Universitat de Barcelona (UB), més concretament l'investigador Bernat Hereu, han iniciat una iniciativa que s'estén per totes les costes catalanes per tal de recollir la màxima quantitat de residus que els vaixells o bé han abandonat o han perdut durant la pesca que no han estat recuperats. Aquesta tasca és molt complexa ja que anar a la recerca de residus per tot el litoral podem dir que és igual de difícil que trobar una agulla en un paller, a part, també s'ha de tenir molta cura a l'hora de retirar les xarxes enganxades en espècies com els coralls per tal de no danyar-los. Per sort, l'estan portant a terme amb èxit ja que s'han aconseguit recollir 131 xarxes i s'espera que el número augmenti encara més durant els pròxims mesos. 



Tortuga atrapada en una xarxa al litoral.


EL PAÍS, 02/03/2020

Les aigües de la Costa Brava reben el bot Mascarat amb amabilitat. A la popa, els tancs d'oxigen; a estribord, els vestits de neoprè; i a babord, el Bernat Hereu, investigador de la Universitat de Barcelona (UB), que coordina dos bussejadors que se submergiran amb ell en la recerca de xarxes de pesca perdudes al fons marí del litoral de l'Estartit, al Baix Empordà. De la tranquil·litat de les onades, una boia taronja emergeix discretament. Una de les integrants de l'equip avisa des de la superfície: “Han trobat alguna cosa!”. Tots s'aboquen amb dificultat per la borda del vaixell per mirar d'entreveure-la a la llunyania. La sortida ha tingut la seva recompensa.

Hereu es va adonar fa anys que aquests residus danyaven el món submarí. Es coneixen, de fet, com la pesca fantasma. “Capturen de manera molt eficient perquè les preses que s'hi queden atrapades serveixen d'esquer per a altres animals i van morint”, lamenta. El professor se submergeix al Mediterrani des del 2015, a la caça d'aquests residus amb un equip base de tres investigadors. El seu projecte Evitem la pesca fantasma vol minimitzar l'impacte d'aquesta mena de rebuig als oceans. Primer, bussejaven només al Parc Natural del Montgrí, les Illes Medes i el Baix Ter. Dos anys després, la iniciativa de la UB es va estendre a totes les costes catalanes, en col·laboració amb la Generalitat.

La tasca és difícil. Buscar materials de pesca al litoral és igual de complex que trobar una agulla en un paller. A més, retirar les xarxes enganxades en espècies com coralls o esponges pot danyar-les si no es fa amb cura. Per això, la Generalitat va contractar la companyia de bussejadors professionals Delta Sub per a les tasques d'extracció. Per la seva banda, Hereu i el seu equip registren els residus amb coordenades GPS, documenten les seves troballes per als seus estudis i supervisen les jornades de reculls. La batalla de la difusió es lluita en terra ferma.

El cap de serveis de control i acció de la Direcció General de Pesca, Joan Ylla, comenta que es van apropar al projecte per estandarditzar-ne els protocols. “És un tema perillós. Des de la Generalitat només podem treballar amb empreses autoritzades”, assegura. Ylla detalla que l'Administració els ha donat suport amb uns 50.000 euros, en un període de tres anys, en el marc del Pla multianual 2018-2021 de l'estratègia marítima de Catalunya. Reben l'ajuda amb els braços oberts. Una sortida d'inspecció costa al voltant de 800 euros; una d'extracció, uns 1.000, segons Hereu. Aquest any també van obtenir una subvenció, a través del programa Plenamar del Fons Europeu Marítim i de Pesca, de la Fundació Biodiversitat.

Evitem la pesca fantasma no espera omplir la seva embarcació de xarxes a cada sortida —el 10% de tots els residus plàstics al mar estan associats amb equips de pesca, que inclouen objectes com envasos d'embalatge, boies i esquers, segons Greenpeace—, sinó apel·lar a la responsabilitat social davant de la pol·lució del fons marí. L'Organització per a l'Agricultura i Alimentació (FAO, per les seves sigles en anglès) estima que cada any es rebutgen 640.000 tones d'aquests residus que s'abandonen, es perden o es descarten i que poden navegar a l'aigua sense rumb durant dècades abans de desintegrar-se.

La iniciativa es divideix en tres fases: un diagnòstic de la situació a través d'un formulari al seu web, en què reben avisos de la ciutadania, una segona etapa de localització i les extraccions de les arts de pesca. Sota de les onades, el temps avança en contra dels bussejadors. A més, corren el risc de quedar atrapats a les xarxes.

Els riscos sota l’aigua

El director d'operacions de Delta Sub, Pedro Giner, explica que treballen amb un equip de comunicacions audiovisual que permet observar les immersions en temps real des de la superfície. També, utilitzen un robot subaquàtic Rov i globus per reflotar els residus trobats. “Per no tenir problemes, no podem treballar a més de 30 metres de profunditat”, descriu Giner, a causa de la pressió sota del mar.

La investigadora Júlia Ortega, per la seva banda, s'enfoca que totes les entitats que col·laboren es posin d'acord en la iniciativa. Ella gestiona el finançament, analitza les dades i participa en les sortides de camp, entre altres tasques. Ortega assenyala que només poden obtenir les “coordenades aproximades” de molts residus. “Encara que les tinguis és difícil trobar-los”, afegeix. Quan aquestes trampes adquireixen un cert pes, poden caure a les profunditats o ser arrossegades pels diversos corrents marins. Malgrat tot, aquest grup d'acadèmics, preocupats pel medi ambient, ha recollit 131 xarxes que ja no perjudiquen espècies de coralls ni animals aquàtics.













07 de març 2020

La meitat de les platges desapareixeran a final de segle

A causa del risc que suposa els temporals que estem tenint aquests dies, el nivell del mar ha incrementat dràsticament, així suposant una gran pèrdua de recursos com son tot el litoral i les platges. Moltes habitats naturals estan sota amenaça per el gran increment del nivell del mar, ja que se situen molt a prop de les platges.
Per part de la gestió mediambiental suposa un gran perill, ja que les platges de sorra constitueixen una gran part del turisme d'on és troben. La pèrdua d'aquestes pot fer que l'economia de molts llocs sigui afectada d'una gran manera.

Efectes de l'onatge causat pel temporal Gloria en la platja de Nules, a Castelló, València.
La vanguardia 3/3/2020

Las playas de arena no son solo lugares paradisíacos de destinos remotos. Además de su importante valor socioeconómico y turístico para muchos países, estos ecosistemas, que ocupan el 30% de la costa de todo el mundo y albergan al 44% de la población mundial, representan mucho más en nuestros entornos.

“Las playas tienen un valor ecológico ya que acogen varias especies que no pueden vivir en otros ambientes. Al estar en primera línea también suponen una protección frente a inundaciones, tormentas marinas y ciclones”, cuenta a SINC Michalis Vousdoukas, del Joint Research Centre de la Comisión Europea en Ispra (Italia).

A pesar de su importancia ecológica, muchas playas, que se enfrentan a constantes cambios meteorológicos y antropogénicos, ya se están erosionando, una situación que se exacerbará con el cambio climático y el aumento del nivel del mar. Para predecir las tendencias futuras, Vousdoukas y su equipo analizaron las imágenes satelitales que muestran el cambio de la costa de 1984 a 2015.

Elevación del nivel del mar

Los resultados, publicados en la revista Nature Climate Change , revelan que la recesión costera por el aumento del nivel del mar y las tendencias climáticas actuales podrían provocar la casi extinción de la mitad de playas de arena del mundo para el año 2100. La erosión parece, además, intensificarse a la vez que aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero.

“Casi la mitad de las playas de arena del mundo se perderá si no reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero. La mitigación permitiría prevenir el 22% de la retirada de la costa para 2050 y el 40 % a finales de siglo”, añade el experto, que ha contado con la colaboración de la Universidad de Cádiz y otros centros de Holanda y Portugal.

Australia, el país que más playas perderá

Gracias a la recopilación de 30 años de imágenes de satélite, los científicos pudieron determinar el cambio que sufrirá la costa en las próximas décadas en dos escenarios diferentes de emergencia climática: por factores geológicos y antropogénicos y por el aumento del nivel del mar.

Los investigadores concluyeron que estos ecosistemas están en riesgo de erosión severa. Hasta finales de siglo, “las playas seguirán erosionándose y algunas desaparecerán”, advierte Vousdoukas. En Asia occidental y oriental y en los pequeños países insulares del Caribe, se espera una retirada de la costa de hasta 300 metros a largo plazo.

Playa de la Marquesa, en el delta del Ebro. en uno de los puntos más afectados por los temporales.


Pero el riesgo de erosión será particularmente alto en los países donde se dan ambos escenarios climáticos como es el caso de la República Democrática del Congo, Gambia, Jersey, Surinam, Comoras, Palau, Benin, Guinea-Bissau, Mayotte (Francia), Iraq, Pakistán, Guinea y El Salvador.

Todos ellos podrían perder hasta el 80 % de su costa arenosa, lo que perjudicará sus frágiles economías que dependen del turismo, y donde las playas de arena constituyen el principal atractivo.

Lista de principales afectados

Cuando los investigadores analizaron la longitud total de playa que se podía perder, Australia fue el país más afectado con 12.324 km de costa en riesgo (en el mejor de los escenarios), lo que equivale al 40 % de toda la costa arenosa del país. Le seguirían Canadá (que perderá 9.577 km de playas), Chile (5.471 km), México (4.119 km), China (4.084 km), EE UU (3.908 km), Argentina (3.668 km) e Irán (3.654 km).

Como una importante proporción de playas de arena amenazadas se encuentra en áreas densamente pobladas, el equipo de investigación sugiere diseñar e implementar medidas de adaptación efectivas.

Una persona observa las grandes olas en la playa de la Barceloneta, en Barcelona, el 21 de enero de 2020.

Playa de la Patacona, Comunidad Valenciana, omplatemente inundada por la borrasca Gloria, en enero de 2020.